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Foto del escritorSandra Suarez

Habitando Sano

Actualmente el concepto de vivir sano se ha extendido a todas las esferas de nuestras vidas y se habla de una serie de pasos a seguir para vivir sano, creando tendencias y diferentes formas de ver la salud. Podemos encontrar un montón de recomendaciones y puntos de vista en cuanto a lo que es comer sanamente, de igual forma en cuanto a mantener el cuerpo sano mediante el ejercicio y ni hablar de la salud mental que con la pandemia comenzó a tomar mucha importancia. Hasta ahí todo se ha tratado del ser humano como individuo y en el mejor de los casos de un entendido colectivo que va del círculo del que nos rodeamos.

Pero hemos olvidado hablar del lugar que habitamos, ese que nos resguarda si hace frio, llueve o hace mucho calor, que nos permite vivir con las comodidades necesarias, sin estar sufriendo de los cambios de clima, aquel que hemos edificado; ya sea el edificio que utilizamos para trabajar o nuestras casas, pocas veces nos preguntamos y analizamos como afectan estos edificios en nuestro día a día. La elección de un espacio pasa más por una decisión económica ¿para qué me alcanza? Y de estatus ¿Dónde vivo y de que material está terminado? Que una elección de lo que es más sano para mí, algunas cosas de forma empírica las buscamos, aunque cada día estamos más desconectados y aceptamos vivir en espacios menos saludables afectando a largo plazo nuestra salud.

Bueno después de esta introducción, hoy quiero hablarles del concepto de Edificación Sana; un edificio construido y mantenido de la forma adecuada permitirá a sus habitantes lograr su máximo potencial y disminuir su huella de carbono y/o impacto ambiental a lo largo del tiempo.

Los fundamentos del habitar sano

Un habitar sano comienza desde el diseño del proyecto, la elección de los materiales y las eco- tecnologías, hasta la forma de vida una vez construido. Sin embargo, el diseño es la clave para asegurar un habitar Sano, pues de él depende el buen funcionamiento del espacio. Para ello el tener un profesional consciente y con el conocimiento necesario puede hacer la diferencia entre un edificio que promueva el Sano Habitar y uno que disminuya la calidad de vida de sus habitantes. Por lo que cualquier persona que quiera una edificación sana al momento de diseñar debe contemplar:

1. El entorno- al visitar el predio lo primero que hay que observar son los elementos alrededor de ellos; donde se encuentra el Norte y a partir de ello definir la dirección de los vientos dominantes, si existen elementos que generan sombra en algún momento, observar el lugar por supuesto si hay elementos que ponen en riesgo la estabilidad de la construcción, si es un terreno urbano o rural, analizar a profundidad el comportamiento térmico del lugar por medio de los datos históricos del lugar o generarlos en caso de no existir. Con todo lo anterior se podrá definir si el edificio necesita conservar o liberar calor en cada época del año y con ello la orientación adecuada de cada espacio los materiales a utilizar según la necesidad de cada espacio, de ser necesarias ecotecnologías pasivas, así como la tipología o forma del espacio a construir.

2. El uso – según la vocación de cada edificación requerirá de un diseño distinto, pues la iluminación, ventilación, temperatura en distintas horas del día, el tipo de desechos y su tratamiento, la cantidad de personas que habitaran y por supuesto más importante la funcionalidad de cada espacio dará como resultado un lenguaje, estructura y forma distintos entre cada edificio.

3. Los habitantes – entender la cantidad de personas que habitaran el espacio, los horarios en el que lo harán y las distintas necesidades y formas de vida de cada individuo es importante que se analice para poder generar un proyecto que funcione no solo en el momento en el que se diseña, si no a lo largo del tiempo.

Con estos tres puntos a analizar se procede a la realización de un proyecto que buscará:

· Mantener la temperatura y humedad relativa adecuada para sus habitantes generando así un confort térmico.

· Tener una calidad del aire adecuado por medio de la ventilación y de ser posible según su uso teniendo espacios que regeneren el aire por medio de plantas.

· Que todos los espacios tengan iluminación natural.

· Control de contaminación acústica y lumínica nocturna.

· Disminución de polvo y plagas.

· Reutilización y tratamiento de residuos de forma fácil y saludable para sus habitantes.

Todo esto contribuirá a reducir el estrés y aumentar el bienestar personal de los habitantes de la edificación, de igual forma contribuirá a la disminución de la huella de carbono durante la vida útil del objeto construido. Así logramos contribuir al bienestar de la Madre Tierra y de la humanidad.

Si quieres saber un poco más del tema, asesoría o que realicemos tu proyecto escríbenos y con gusto encontraremos una solución adecuada para tu caso, incluso si ya está construido, nunca es tarde para mejorar tu espacio y tu vida.


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